¿Qué puede haber más importante que la salud de nuestro pequeño? Es el momento de su llegada y nos encontramos nervios@s, tenemos mil dudas, ¿sabremos darle todo lo que necesita? En este artículo te presentamos como debería ser la alimentación de tu bebé paso a paso desde su llegada hasta que ya pueda comer prácticamente de todo. ¡Esperamos que te sirva de ayuda!
Para empezar es necesario recordar que nuestro bebé puede alimentarse sólo con la leche materna durante los primeros seis meses de vida, y que habrá que comenzar con la alimentación complementaria entre los cuatro y los seis meses. Cabe destacar también que la introducción de alimentos antes de tiempo puede conllevar algunos desequilibrios como determinadas alergias, por lo que será mejor seguir el consejo de un pediatra. Ahora bien, comencemos por ver cómo deberá ser la alimentación de nuestro bebé en sus primeros meses de vida.
Del primer al quinto mes de vida
En estos primeros meses de vida el bebé sólo va a tomar leche materna o en su defecto la fórmula que haya sido indicada por el pediatra. Lo que va a variar desde el primer día hasta el último día de este quinto mes serán las cantidades a tomar, y aunque existen medidas estándar de las que podemos guiarnos, las medidas tienen mucho que ver con el peso de nuestro bebé por lo que hay que consultarlo con el pediatra para mayor seguridad.
Las leches de fórmula utilizadas en este período son las conocidas como leches de inicio o iniciación, que habitualmente son denominadas por las marcas como leches 1. Algunas de ellas son la Enfalac 1 Premium, la Nutribén Natal, la Blemil 1 Plus Forte, la Nestle Nan Expert 1, la Almirón Advance 1 o la Novalac 1 entre otras.
La leche de inicación es fundamental al tomarse en la fase más temprana de la vida del bebé, cuando todavía está muy poco desarrollado y es más sensible a los principios activos de cada leche.
A partir del quinto mes
La leche sigue estando presente y además es esencial en este periodo pero también ya es posible, y recomendable, iniciar la alimentación complementaria. Se suele comenzar por cereales sin gluten y papillas de frutas, también conocidos como potitos.
Para añadir los cereales es conveniente que lo hagamos progresivamente, es decir, la primera vez podemos tomar 180 cc de agua, con 6 cacitos de leche y añadir 2 o 3 cacitos de cereales. Más adelante cuando nuestro bebé vaya tolerándolos bien, podemos aumentar un poquito más la cantidad.
La introducción de las papillas se puede hacer algunos días después de haber introducido los cereales y ofreciéndosela a nuestro bebé principalmente como merienda. Si tomamos fruta natural debemos hacerlo pelándola bien y retirando las pepitas que pudiera contener. Se utilizarán dos o tres piezas de fruta para cada toma.
Tip: puedes comenzar con el zumo y poco a poco introducir las papillas para que sea más fácil para tu bebé
A partir del sexto mes
En este mes ya podemos introducir el pollo y las verduras a través de purés y que serán ofrecidos en la toma de la comida. Para que sea mejor para nuestro bebé es aconsejable variar la combinación de verduras cada día, comenzar con un caldo para probar la tolerancia de nuestro bebé a estos nuevos alimentos, evitar verduras que provoquen flatulencias como la col y jamás añadir sal.
Tip: Es aconsejable añadir una cucharatidta de postre de aceite crudo de oliva.
También a partir de este momento será recomendable cambiar la leche de inicio por la leche de continuación, recomendada para que tu bebé empiece a tolerar una leche con más proteinas y se prepare para la alimentación sólida normal. Habitualmente las marcas que preparan las leches de inicio comentadas anteriormente también tienen la leche 2 o de continuación. Algunas de ellas son la Blemil Plus 2 Forte, la Nestle Nan Expert 2, la Nutriben Continuación, la Enfalac 2, etc
Séptimo y octavo mes
Aquí ya introduciremos los cereales con gluten y otro tipo de carnes como la ternera y el cordero. Las papillas con gluten pueden provocar intolerancia en los bebés siendo el peor descubrimiento una enfermedad celiaca. Precisamente es por esta razón que se espera hasta el séptimo mes de vida para probar cómo tolera nuestro bebé el gluten que por recordar se encuentra en el trigo, el centeno, la avena y la cebada.
Las carnes las introduciremos poco a poco siendo la ternera la más indicada para comenzar y siguiendo más tarde con el cordero. La carne debe ser preparada en el horno o hervida y jamás freírla ni añadirle sal. Se añade, como en el caso del pollo, a la papilla de verduras o al caldo.
Tip: Debemos seguir manteniendo un aporte de leche de al menos 500 ml al día.
Noveno y décimo mes
En estos meses de la vida de nuestro pequeño añadimos el pescado blanco, las carnes variadas y la yema de huevo a su alimentación. En relación al pescado, a partir de los nueve meses si no ha existido ninguna intolerancia a otros alimentos hasta el momento, se puede introducir por ejemplo la merluza cocida o el lenguado al caldo de verduras y ofrecérselo a nuestro pequeño como sustitución de la cena. El pescado puede ser usado 3 o 4 veces a la semana.
Tip: Se puede añadir a la mezcla 2 o 3 cacitos de leche para completar el aporte lácteo del día.
En relación a las carnes, podemos ir introduciendo, además de las ya mencionadas, otras como el cerdo o el conejo. El huevo nunca debe ser ofrecido entero sino solamente la yema cocina rayada dos o tres veces a la semana.
Décimo mes de vida
A partir del décimo mes de vida de nuestro pequeño podremos presentarle la leche de vaca, las legumbres y los huevos enteros.
Se recomienda seguir usando fórmulas adaptadas hasta los 2 o 3 años de edad respecto a la leche pero también es posible ofrecerle la leche normal, eso sí, comenzando con la semidesnatada y más tarde la entera. Una vez que nuestro pequeño haya tolerado bien la leche de vaca ya podremos incluir otros lácteos poco a poco como yogures, natillas, quesos, etc.
Las legumbres deben ser añadidas a los caldos y siempre quitándoles la piel antes. Su administración se recomienda que sea muy progresiva y también que no sea hasta los 18 meses cuando comencemos a dárselas sin piel.
El huevo entero puede ofrecerse no más de 2 o tres veces a la semana y preferiblemente cocidos o en forma de tortillas. Tip: nunca dar el huevo crudo para evitar infecciones como la salmonella y otros problemas digestivos.
En ocasiones no podemos estar en casa y preparar la comida de forma natural así que resultan una muy buena ayuda los potitos. Los potitos pueden estar compuestos de frutas pero también los hay de pollo por ejemplo así que nos suponen una gran ayuda para los momentos en los que corremos con más prisa.
¿Te apetece compartir con nosotros cómo ha sido la experiencia de tu bebé en sus primeros meses de vida?